Crece el desespero de familiares al no tener respuestas o noticias en la búsqueda de familiares desaparecidos,
En medio de la desolación y el caos, habitantes de la ciudad turística de Acapulco comenzaron el domingo a enterrar a algunas de las 48 víctimas que dejó el huracán Otis, mientras crece la preocupación por las personas que siguen sin aparecer a cinco días de las tragedia.
A las puertas de la morgue de la ciudad, Katy Barrera, de 30 años, aguardaba junto a otros familiares la entrega de los cuerpos de su tía y sus dos primos, de 13 y 2 años, quienes murieron luego de un alud sobre su humilde casa.
A la tragedia de Barrera se suma el hecho de que su madre, hermano y un tío permanecen desaparecidos.
“Que no se mienta…son muchas las personas que están llegando muertas, son miles de desaparecidos”, dijo la mujer al quejarse de las cifras que ofrecen las autoridades.
La Secretaria de Protección Ciudadana compartió el domingo pasado en un comunicado que el registro de muertes fue de 48 personas de los cuales 43 corresponden a Acapulco y las otras cinco a Coyuca de Benitez. La gobernadora de Guerrero Evelyn Salgado dijo que las autoridades mantenían la búsqueda de 36, poco después ajusto un total de seis personas más.
La secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, dijo el sábado que la probable causa de la muerte de las víctimas del huracán fue “asfixia por sumersión”, aunque admitió que se continúan las investigaciones para identificar a los fallecidos.