Después de la largada, el mexicano de Red Bull, y su compañero Max Verstappen, atacaron de forma muy agresiva a las Ferraris del propio Leclerc y Carlos Sainz quienes se quedaron con las dos primeras posiciones de la parrilla, tras la clasificación del sábado.

El piloto tapatío quería demostrar ante su público presente que es capaz de competir ante tricampeón del mundo, Max Verstappen pero el mexicano duro únicamente 18 minutos sobre la pista y abandonó su GP cómo local con lagrimas en los ojos, tras la decepción de los aficionados.

El accidente que sufrió con el monegasco no pasó inadvertido por la prensa internacional que criticó fuertemente su actuación en nuestro país.