El asesinato del cantante Chuy Montana en Tijuana el pasado 7 de febrero ha conmocionado a la comunidad artística y a sus seguidores. Según las investigaciones preliminares de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Baja California, el motivo detrás del lamentable suceso habría sido una discusión sobre gustos musicales durante una fiesta en la que tanto la víctima como el presunto agresor participaban.
María Elena Andrade Ramírez, titular de la FGE, reveló en conferencia de prensa que la discusión inició cuando Chuy Montana interpretó canciones que no fueron del agrado de uno de los asistentes. La agencia EFE señala que, a pesar de las peticiones para que cesara su actuación, Montana continuó con su repertorio, lo que exacerbó los ánimos y culminó en una violenta agresión.
El cantante fue brutalmente golpeado, esposado, y finalmente, trasladado en un vehículo donde le dispararon y abandonaron su cuerpo en la vía pública.
El asesinato de Chuy Montana en Tijuana resalta las peligrosas implicaciones que pueden surgir de disputas aparentemente triviales, exacerbadas por el consumo de alcohol y drogas.
La investigación de la FGE, que condujo a la identificación y detención de Kevin Alejandro «N» como el principal sospechoso del crimen, subraya la complejidad de las relaciones personales en entornos de alta tensión y los extremos a los que pueden llegar algunas personas bajo la influencia de sustancias.
La Fiscalía continúa su investigación para esclarecer completamente el caso y llevar a los responsables ante la justicia.