El Gran Acuario Mazatlán, Sinaloa, celebró el nacimiento del primer pingüino de Humboldt (Spheniscus humboldti) en sus instalaciones, fruto de la pareja Capi y Yuno, tras tres años de convivencia. Este logro confirma el éxito reproductivo en el acuario, destacando el cuidado especializado que reciben los animales. Los expertos del Hospital de la Fauna implementaron un seguimiento riguroso durante el proceso de incubación, que duró 40 días.
El 17 de diciembre, el huevo eclosionó y el polluelo comenzó a desarrollarse saludablemente bajo la atención tanto de la madre como del padre. Con un peso inicial de 108 gramos y medidas específicas, el polluelo ha mostrado un crecimiento satisfactorio. Se espera que su primera muda ocurra entre los 70 y 90 días.
Este éxito refleja el compromiso del Gran Acuario con la conservación y el bienestar animal, apoyado por las recientes mejoras en el hábitat y el trabajo en equipo de biólogos, veterinarios y cuidadores.
Simon Norris, director General del acuario, anunció este nacimiento, sin embargo, debido a que sus plumas no cuentan con el desarrollo necesario para entrar al agua, deberán pasar dos meses más para que las personas puedan conocerlo.
Aunque por el momento permanece en el nido con sus padres, próximamente se estará abriendo una convocatoria para que la población le ponga un nombre a esta cría de pingüino.