En agosto de 2024, se observó un inusual enfriamiento en una franja del océano Atlántico, lo que levantó sospechas sobre la posible formación de La Niña del Atlántico, un fenómeno poco conocido. Este enfriamiento, aunque inesperado, desapareció rápidamente, descartando la aparición de este fenómeno climático, que no se presentaba desde 2013.
La comunidad científica, liderada por expertos como Zachary Handlos y Annalisa Bracco, está monitoreando el impacto que podría tener este enfriamiento, tanto en el clima global como en la temporada de huracanes, en medio de un océano que sigue registrando temperaturas récord.