Más de 1,000 baristas de 75 cafeterías de Starbucks en Estados Unidos iniciaron una huelga para protestar contra el nuevo código de vestimenta impuesto por la empresa, el cual entró en vigor el lunes. Las nuevas reglas exigen que los empleados usen únicamente camisetas negras lisas y pantalones caqui, negros o de mezclilla azul, eliminando la flexibilidad anterior en cuanto a colores y estampados.
Starbucks Workers United, el sindicato que representa a trabajadores de 570 sucursales, considera que esta medida debió ser parte de una negociación colectiva. Además, criticaron que la empresa vendiera en su sitio interno ropa con el logo de Starbucks que ahora ya no es apta para usar en el trabajo.
Como parte del cambio, Starbucks ofreció dos camisetas negras gratuitas por empleado. Sin embargo, la empresa minimizó el impacto de la huelga, afirmando que menos del 1% de sus trabajadores participó y que más del 99% de sus tiendas operaron con normalidad.
El sindicato también presentó una queja formal ante la Junta Nacional de Relaciones Laborales, alegando que Starbucks no negoció los términos del nuevo uniforme. Desde 2021, el sindicato ha impulsado la sindicalización de tiendas, pero aún no se ha alcanzado un acuerdo contractual con la empresa, pese a haber reanudado negociaciones en febrero de 2024.